Una primera razón es la falta de conciencia o entendimiento. Puede que algunos líderes no entiendan por completo la gravedad de una amenaza cibernética y, por lo mismo, subestimen la importancia de la ciberseguridad. La formación en áreas comerciales, financieras o legales de los CEO pueden sesgar o limitar el entendimiento de los riesgos asociados a la digitalización de los procesos organizacionales.
Existen razones ligadas a creencias erróneas sobre la ciberseguridad o la inmunidad ante este tipo de ataques. Por ejemplo, algunos líderes pueden creer que sus organizaciones son invulnerables o que no son un objetivo atractivo para los ciberdelincuentes. Es en estos casos cuando los datos personales tanto de la empresa como de sus clientes se vuelven un botín más vulnerable y tentador.
Si bien aún quedan muchos retos por superar, la conciencia de los CEO sobre la ciberseguridad es cada vez mayor, a medida que los ciberataques se vuelven más sofisticados y frecuentes. Muchas organizaciones reconocen su importancia y trabajan para integrarla de manera efectiva en sus operaciones y estrategias.